La flora ornamental funciona como un embellecedor en las oquedades que dejan las construcciones humanas, siendo la mayoría de las especies de crecimiento rápido,gran porte y frondosidad,características que le vienen de lujo a las aves como cobijo, posadero o nidificación.
Grandes y pequeñas urbes sirven de estancias cortas o largas a las aves. Algunas de paso,otras en período reproductor necesitan de los recovecos que la ciudad le ofrece para sacar adelante a nueva prole. Cualquier zona verde urbana que visitamos y más aún en primavera parece una orquesta sinfónica. Cada especie se hace notar con el repertorio de cantos que llevan inscritos en su genética. Además de ser un placer para nuestro oído,amantes o no de la ornitología.

Sorprende muy frecuentemente la cercanía con la que visualizamos especies de pájaros que comúnmente asociamos al medio rural o zonas forestales próximas a la ciudad. Es un hecho que el número de especies urbanas está en aumento ya que el medio natural está siendo sustituido progresivamente por el hormigón.
¿Por qué hacen las maletas cambiando el bosque o las estepas por la ciudad?
Las posibles explicaciones de mayor peso a ésta adaptación pueden ser varias: la tolerancia a la presencia del hombre, han perdido el miedo a vernos como depredadores,dejando de ser tímidos para ser más confiados y exploradores,la gran abundancia de alimento lo cual reduce los costes por conseguirla así como la competencia,ausencia o escasez de depredadores, aumento de horas de actividad debido a la luz artificial que ofrece el alumbrado eléctrico o el aumento en el número de puestas.
Todo ello nos permite observar fácilmente, a distancias cortas sin necesidad de valernos de prismáticos o telescopios, especies forestales como el carbonero común (Parus major), curruca capirotada (Sylvia atricapilla), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) herrerillo común (Cyanistes caeruleus), jilguero (Carduelis carduelis),petirrojo europeo (Erithacus rubicula),pinzón vulgar (Fringilla coelebs), verderón común, (Carduelis chloris),verdecillo (Serinus serinus) o zorzal común (Turdus philomelos).
Especies acuáticas como lavandera blanca (Motacilla alba) o cascadeñas (Motacilla cinerea). Mayor abundancia en urracas y riqueza en otros córvidos tal que arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius), grajilla occidental (Corvus monedula) ó rabilargos (Cyanopica cyanus). Este último se suele ver en pequeños grupos, dejándose avistar en el bosque de la Alhambra.
En cuanto a las aves rupícolas también han cambiado su hábito a la hora de nidificar. Algunas especies migratorias están modificando su de comportamiento como por ejemplo la cigüeña blanca (Ciconia ciconia),vencejo común (Apus apus), en las cuales no todos los ejemplares migran apostando por el sedentarismo puesto que la ciudad es una fuente de recursos.


¿Quién no ha tenido un nido de vencejos próximo a su casa? Los vencejos comunes prefieren las tejas de los edificios, prácticamente ya no nidifican en el medio natural. Los aviones comunes (Delichon urbicum) nidifican en balcones y aleros, algunos se animan a hacerlo entre cables que adornan los edificios.
Especies de rapaces diurnas, falcónidos como el cernícalo primilla(Falco naumanni), vulgar (Falco tinnunculus) o el halcón peregrino (Falco peregrinus) se observan por los cielos urbanos. El proyecto de reintroducción del Cernícalo primilla que fue llevado hasta el 2006 por el Patronato de la Alhambra y Generalife de Granada, ha permitido que sus vuelos sigan siendo un espectáculo. De hecho una colonia de primillas ha hecho de la Catedral de Granada su vivienda. Es raro el día que no están de «disputas» con las grajillas.
Parece increíble de creer pero los halcones peregrinos eran aves urbanas. Granada con los halcones junto con la colaboración de otras asociaciones y voluntarios, lidera desde 2011 proyectos de reintroducción. Más de uno le habrá parecido ver a estos misiles y puede que esté en lo cierto, está confirmado avistamientos.
El aumento de especies no urbanas fomenta una red de Educación Ambiental urbana, pudiéndose usar nuestros parques y jardines como muestras de las aves existentes en el medio natural. Dos claros ejemplos en la ciudad de Granada son el Carmen de los Mártires y el Parque García Lorca. Curiosamente en este último lo visitan ocasionalmente especies inimaginables en las urbes, el Martín pescador (Alcedo atthis) y el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo).
Existe un pero contundente, el desarrollo urbano, a pesar de ser un fenómeno relativamente reciente, éste viene siendo una de las perturbaciones más alarmantes de los ecosistemas. Lo que conocemos como fragmentación de hábitats. Las tendencias de crecimiento de especies estrictamente dependientes o ligadas a las urbes se están viendo afectadas negativamente, esto le ocurre al gorrión común (Passer domesticus), la golondrina común (Hirundo rustica).
Si hay un ave urbanita por excelencia es el Gorrión común, no siendo en España tan acusado su declive poblacional. Las causas se resumen a prácticas rutinarias del saneamiento de la ciudad, viniendo a ser el uso de insecticidas para el mantenimiento de jardines, la modificación de las fachadas de los edificios disminuyendo las zonas donde anidan. Y por supuesto el bajo número de zonas verdes repercute al número de individuos de esta especie en la misma.
SEO/Birdlife cerciora la desaparición de 10 millones de golondrinas comunes en el período de 1998-2013. Datos recogidos en programas seguimiento de avifauna como el SACRE (Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras de España), muestran un descenso superior al 30% de ejemplares, motivo para que el 2014 fuera ave del año por SEO/Birdlife. La UICN, la considera dentro de la categoría de amenaza Vulnerable en España. De nuevo aunque suene repetitivo el uso intensivo de químicos en el medio rural, la falta de lugares para nidificar en los edificios modernos y la insuficiencia de material para la construcción de sus nidos son las razones de su declive.
En general la biodiversidad de las urbes es mucho más baja que la de las zonas rurales o la periferia, aún siguen existiendo especies que no se adaptan al cambio pero aún así está ocurriendo una reducción en la riqueza de especies autóctonas pero un aumento de especies alóctonas. Las especies habitantes de zonas abiertas poseen un patrón de comportamiento más maleable, siendo capaces de adaptarse a los nuevos recursos que les ofrece la ciudad.
En defensa a la capacidad de cambio de algunas especies, un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) afirma que las aves familiarizadas a la presencia del ser humano se asientan rápidamente en nuevos hábitats.
Es la ley de adaptarse o morir evolutivamente. Aunque vienen siendo adaptaciones a grandes zancadas de gigante. Como bien decía Darwin :
«No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio» .
La ciudad se asemeja a un laboratorio de nuevas conductas a la espera de conocerlas en su totalidad y la conquista de las urbes es sólo el comienzo de un nuevo ecosistema aún por descubrir.
Este artículo es original de la publicación: Anuario Ornitológico de la Provincia de Granada 2013-2014, publicado el 2 de Julio de 2015 por SEO-Sierra Nevada,grupo local de SEO/Birdlife en Granada.
Puedes descargarte el anuario, haciendo click en el siguiente enlace:
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