
Todos para uno… y la ciudad para todos. Es díficil poner a gran parte de la población de acuerdo, pero en este caso no es así. Los mosquitos, sobre todo en estas fechas, son bastantes molestos. Se buscan soluciones que tienen un gran impacto, como fumigaciones masivas, sin pensar que hay soluciones mucho más efectivas. Algunos visitantes alados que rondan en esta época nuestros pueblos y ciudades hacen el trabajo de una forma eficaz y totalmente gratis. Anidan en casas, edificios, parques… Son los tres mosquiteros, y son realmente voraces. Vencejos, golondrinas y aviones realizan una ardua tarea y a cambio solo piden sitios para anidar y algo de tranquilidad.

Para que podamos hacernos una idea más clara sobre la importancia de estas aves, aprender a diferenciarlas y conocer sus principales amenazas, la ONG SEO/Birdlife ha elaborado una serie de láminas para poder divulgar de una manera más efectiva la labor que realizan y así proteger a estos maestros del aire.

Hay varias especies de vencejos, aviones y golondrinas pero es mejor centrarse en las especies más comúnes, sobre todo en las que la gente puede ver en las ciudades y en los pueblos con más frecuencia para poder proteger también a las demás especies.

El vencejo común es un ave muy peculiar. Su nombre científico, Apus apus, hace referencia a sus patas atrofiadas, ya que apenas las utiliza. Realiza casi todo su ciclo vital en el aire, posándose solo para anidar, y realizando «microsueños» en vuelo cuando descansa. Su forma nos recuerda a una flecha, y es que toda su anatomía se ha especializado en el control del aire. En el periodo primaveral y estival se pueden ver surcando los cielos urbanos incansablemente en busca de insectos.

Los aviones comúnes y las golondrinas comunes se pueden llegar a confundir, pero si prestamos atención hay algunos detalles que los diferencian claramente. Los aviones comunes, sobre todo en vuelo, destacan su ovispillo (la parte que hay encima de la cola) de un blanco radiante, como su vientre, mientras que en la golondrina común no lo encontraremos. Sí lo haremos en la golondrina daúrica, aunque en esta es de un color más amarillento. Hay otras diferencias claras como la cola, bastante más larga en las golondrinas, incluso los nidos son diferentes. Una sola golondrina puede comer unos 60 mosquitos a la hora. Sorprendente verdad?

Aunque estas aves son muy beneficiosas para el ser humano, su población está en declive. La golondrina común fue ave del año por este mismo motivo en 2014. La fabricación de los nuevos edificios que no facilitan el anidamiento, los pesticidas y las molestias directas que les causa el ser humano son las principales razones de este declive.

Desde la Sociedad Española de Ornitología y otras asociaciones conservacionistas recuerdan que estas aves y sus nidos están protegidos por ley, y que existen multas cuantiosas para el que los derribe.
La principal molestia que estas aves producen al ser humano es la suciedad que dejan en su anidamiento. Existen empresas que proporcionan soluciones viables para evitar estas molestias, como plataformas para retener los excrementos y restos que dejan de sus nidos. Si se quiere algo más casero, podemos utilizar un pequeño cartón fijado en el suelo y retirarlo tras el anidamiento de nuestra familia de aviones o golondrinas.
Está en nuestras manos asegurar la viabilidad de las poblaciones de golondrinas, aviones y vencejos para que sigan ejerciendo esa actividad tan beneficiosa para el ser humano, además de alegrar las ciudades con su trino y vuelos acrobáticos.
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